sábado, 19 de mayo de 2012

15M Hacia el cambio interior

Hace unos días se ha cumplido un año del movimiento ciudadano 15M. Para mí fue un movimiento ilusionante al principio. Parecía que por fin, las conciencias socialmente adormecidas se desperezaban de su letargo y comenzaba a fluir la energía del cambio, en primer lugar con unos tintes de indignación, de rabia, de hartazgo hacia la manipulación que llevamos sufriendo durante años por parte de los poderes que gobiernan el país y el mundo diría yo, pero que luego se iba transformando en pura energía de cambio, en movimiento real hacia otras alternativas de vida o de organización.
Pero realmente la ilusión duro poco, solamente hasta las elecciones. En ese momento vi claro que el 15M estaba derivando hacia algo romántico, bonito, pero que a la postre estaba siendo improductivo.
En esas elecciones, entre el PP y el PSOE obtuvieron prácticamente 18.000.000 de votos de un total de 34.000.000 de votantes que hay en este país. Esos datos son duros de digerir y no debemos caer en maquillajes justificando los mismos, o tratando de darle la vuelta a la situación. La realidad es que más de la mitad de los españoles en edad de votar consideran que este sistema esta bien. El resto son solo pañuelos y vendas para superarlo. Decir que la abstención obtuvo mas votos que el PP y que por lo tanto el 15M o la indignación han ganado las elecciones es arrimar el ascua a su sardina. Todos sabemos e incluso conocemos gente que no fue a votar simplemente porque estaba de feliz domingo familiar, de vacaciones, o tirado en el sofá de su casa pero sin importarle lo más mínimo lo que sucediera, y no por "conciencia social" o como modo de protesta, sino simplemente por un total desinterés hacia estos temas. O sea que intentar contabilizar las abstenciones en nuestro casillero es simplemente una manera de huir hacia delante.Repito que para mí la sociedad española nos dijo bien claro su opinión al respecto de nuestra visión del país y de la política que en el mismo se desarrolla.
Después del fiasco, estuve un tiempo lamiéndome las heridas sin querer profundizar mucho más, dando por pérdida la situación y aceptando el deseo de la mayoría.
Pero ahora con las manifestaciones del aniversario del movimiento, he vuelto a revivir aquellos días y, sin el apasionamiento de la anterior etapa, he analizado alguna de las causas del fracaso.
Lo más llamativo para mí era ver las plazas llenas, las calles llenas de gente y luego esos millones de votos a los causantes de todo esto. Y ante mí apareció uno de los problemas: es solo imagen. Mucha de la gente allí presentes, en las plazas y las calles, realmente es solo imagen, no han profundizado en el cambio que se supone solicitan en sus manifestaciones, no han iniciado el cambio interior.
No podemos pedir un cambio a todos los niveles: humanos, económicos, filosóficos..., si nosotros no hemos emprendido primero ese camino del cambio.
Me resultó chocante, darme cuenta como en la asamblea después de la manifestación, había bastante gente tomándose un refresco por el calor imperante, y la mayoría de ellos era un refresco de cola de cuyo nombre no quiero acordarme. Cómo podemos criticar la política de las multinacionales, cómo podemos hacer caceroladas contra los poderes económicos en la sombra como el de la industria alimentaria o farmacéutica, y luego consumir sus productos. Todo ese poder que chillamos en las plazas queriendo que "alguien" se lo quite, se lo estamos dando nosotros con nuestro consumo. Y como este ejemplo podría poner miles.
Con lo cual, sino iniciamos nosotros internamente nuestro proceso de cambio, difícilmente conseguiremos que vengan otros a solucionarnos la papeleta. Esta situación, este panorama de abuso manifiesto contra todo el pueblo solo se cambia desde el pueblo, desde cada individuo. Si la multinacional del refresco de cola, pierde un 80 % de sus ventas, indudablemente pierde el 100 % de su poder sobre los gobiernos. Hay que reflexionar sobre esto, y darnos cuenta que cada gesto que hacemos en nuestra vida diaria, en nuestro consumo diario es una elección hacia un modo de vida u otro, hacia que modelo de justicia social queremos. Y, repito, esto ocurre a todos los niveles, no solo en los refrescos, deberíamos pensar en que superficie, tienda o super compramos, que marca de coche llevamos, como esta fabricado y en que condiciones, materiales de la ropa que vestimos, tipo de comida que consumimos, medicinas que tomamos, etc. Todo ello es lo que configura el mundo contra el que nos alzamos en plazas y calles. Lógicamente ese cambio personal no es fácil, ni rápido. Es algo que debemos ir interiorizando y tratando de aplicar en nuestro día a día, y después de un tiempo habremos avanzado muchísimo. Yo sigo en el cambio, pero estoy contento de haberlo iniciado, y estoy convencido de que es la única vía de conseguir el cambio social, hacerlo desde mi interior.
Para terminar, creo que el 15M ha sido el germen de algo que algún día espero llegue a germinar totalmente, pero eso solo dependerá de nosotros, no de ningún gurú que nos ilumine ni de los políticos que nos gobiernan. A partir de ahora debería ser un movimiento en positivo, construyendo y contribuyendo al cambio, pero sobre todo debe ser un espejo para que todos nosotros veamos nuestras incongruencias y podamos caminar hacia su solución y hacia el cambio definitivo.

Suerte,

3 comentarios:

  1. Bastante de acuerdo pero dos puntalizaciones:
    1. El "movimiento" 15M está siendo muy productivo en muchos ámbitos. Se están creando alternativas que se nos pasan de largo porque los "media" (y menos los que tenemos por estos lares) callan. Yo no lo veo romántico. También se puede decir de cualquier revolución en la historia.
    2. (lo más importante a mi parecer) La "gente que no fue a votar simplemente porque estaba de feliz domingo familiar, de vacaciones, o tirado en el sofá de su casa" tiene mucha más "conciencia social" de lo que a tí te parece (y a muchos/as). No votar es casi más dificil que hacerlo, nos lo ponen a huevo. Lo que pasa es que la MAYORIA no nos creemos que esto sea democracia ni ná.

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    1. Tienes razón, igual me exprese mal con lo de movimiento romántico, y estoy totalmente de acuerdo en que ha generado muchas alternativas que están prosperando y funcionando pese al bloqueo institucional y de los medios de comunicación.
      En cuanto al tema de no ir a votar, sigo manteniendo lo mismo. Hay mucha gente de la que no fue a votar que lo hizo por conciencia de cambio, de cansancio y de no creer en una democracia que no es tal (en eso también estoy de acuerdo contigo), pero también mucha otra gente de esa que no fue a votar no lo hizo por estos motivos ni de hartazgo ni de cambio ni de nada, y seguramente aunque hubiera una democracia real tampoco lo harían (y para mí es totalmente respetable). Solo quería indicar que no debemos caer en la autocomplacencia de creer que toda la abstención se debe a un movimiento de cambio y de asqueo hacia la pseudo-democracia que nos venden.
      Gracias por los comentarios y opiniones.

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  2. Bueno, cómo ya sabemos quienes somos, sigo insistiendo: Esa actitud, aunque no sea ningún "movimiento de cambio" es más que respetable, coherente, pensado, meditado y es una decisión política muchísimo más inteligente que votar al PP.. o al PSOE. No se trata de posicionamientos políticos, es que el PP (ni el PSOE) nos saca de estas arenas, sino que les va a undir más a los mismos que le votan. Saber eso era evidente muchos días antes de las eleccciones. Los que les votaron son estúpidos (de la RAE).
    Yo creo, ahí si que es un posicionamiento político: democracia es participar de, por ejemplo, asociaciones gremiales vecinales,... y si yá participo de la sociedad, ¿para que voy a dar el poder sobre mí a un extraño (extraterrestre diría yo), cada cuatro años?
    Gracias a tí por estar ahí.

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