viernes, 22 de junio de 2012

Pulgón de los cerezos

En esta época, la pregunta que más me hacen mis amigos y conocidos es que hacerle al pulgón del cerezo (conocido como pulgón negro, Myzus cerasi).
En la mayoría de los casos lo mejor es no hacer nada, ya que éste siempre es el tratamiento a elegir cuando el daño de la plaga no justifique, no ya solo el coste del tratamiento, sino tan siquiera nuestro propio esfuerzo en solucionarlo.
En concreto este pulgón, desde mi punto de vista, solo es preocupante en árboles jovenes ya que puede afectarle seríamente al crecimiento y formación del árbol, y en árboles adultos cuando el ataque es lo suficientemente fuerte como para manchar las cerezas con la melaza que segregan. Los puristas dirían en este punto, que el daño indirecto que produce el pulgón como transmisor de virus no hay que desdeñarlo, pero desde mi punto de vista, es un efecto poco probable.
En el caso de que tengamos realmente un problema con el pulgón podemos actuar de dos maneras: (estas recomendaciones son para pequeños huertos o árboles de autoconsumo, para grandes superficies de frutales podría ser que tuviéramos que adoptar otras, puesto que las que os voy a contar pueden ser inviables en mano de obra y tiempo)
  • Limitar el trabajo de las hormigas. Las hormigas son las fieles aliadas de los pulgones debido a la melaza que estos segregan. Para ellas los pulgones son su ganadería particular y la defenderán de cualquier ataque. Además se encargan de mover a los pulgones de unas partes del árbol a otras o a otros árboles. Para ello se puede colocar un tira de goma entomológica que impida que las hormigas suban por el tronco o... directamente la inventiva de cada uno. En estos años he visto mil y una ideas para evitar que las hormigas suban al árbol, pero la realidad es que casi siempre son más listas y acaban encontrando el camino. De todos modos, solo con conseguir retenerlas el tiempo suficiente, puede bastar para que los enemigos naturales de los pulgones hagan su trabajo y consigamos bajar la población de pulgones a niveles nuevamente que no produzcan daño al árbol.
  • Realizar un tratamiento directo contra los pulgones: para ello se puede emplear diversos preparados de plantas. A mí uno que me gusta especialmente es el formado por una infusión de menta piperita, saponaria, salvia y ruda. Hay que tener en cuenta que el tratamiento debe mojar bien las hojas, y sobre todo aplicarlo antes de que los pulgones las enrollen completamente, porque entonces ya será muy difícil llegar con el tratamiento hasta ellos.
También hay que favorecer la gran cantidad de fauna util que tenemos contra el pulgón: coleópteros (los diferentes tipos de mariquitas que conocemos), sírfidos, crisopas, etc. Y esto lo conseguimos sobre todo no realizando tratamientos químicos en la parcela, teniendo diferente tipo de vegetación y floración, etc.

Por último, un dato que nos puede ser de gran ayuda, es que estos pulgones no cumplen todo su ciclo sobre el árbol, sino que emigran en un determinado momento de su desarrollo (en julio aproximadamente) a otras plantas. En el caso del pulgón negro del cerezo migra sobre el amor del hortelano, verónica y rumex. Esto puede ser una buena estrategia para su control, atacarle cuando se encuentre en estas plantas y así cortar su ciclo.

En resumen, no pasa nada por tener pulgón en los cerezos, siempre que se encuentre dentro de unos límites que no van a producirnos ni pérdidas ni daños para el árbol.

Suerte con vuestros cultivos

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